De treparse desaforadamente a la tribuna para celebrar con los suyos a romper en llanto en soledad.
La tenista bielorrusa de 24 años se impuso por 4-6, 6-3, 6-4 a la jugadora kazaja Elena Rybakina.
La ex número uno del mundo no pudo con la joven japonesa, quien accedió a la final por segunda vez en su carrera