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De Ecuador a Marte: la historia de Elio Morillo, el mecánico del espacio que alcanzó las estrellas

Con tan solo 30 años, el joven que emigró con su madre se convirtió en uno de los expertos que puso al Perseverance en el planeta rojo

Elio Morillo de 30 años es un joven ecuatoriano inmigrante que ha logrado una exitosa carrera de ingeniería en las instituciones más importantes del mundo. (Instagram/ @thespacemechanic)

Elio Morillo tiene 30 años y desde que recuerda ha intentado ganarle a la gravedad. El joven ecuatoriano nacido en Guayaquil, pero con corazón de puertorriqueño, es conocido cariñosamente por sus colegas como “el mecánico del espacio”. Con apenas 23 años se integró al Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y fue uno de los ingenieros que en el 2020 lograron que el vehículo robotizado Perseverance llegara a Marte. Actualmente es consultor en ese departamento de la NASA.

Su historia, que ahora se recoge en una autobiografía, narra la vida del niño migrante que buscó conquistar el espacio. Morillo vivió hasta los cuatro años en Ecuador, cuando la crisis económica de finales de los noventa obligó a su madre a migrar. El niño pasó parte de su vida entre Caguas, Puerto Rico y Nueva York.

Aunque alguna vez quiso ser bombero, Elio cambió de idea cuando vio la caricatura animada del Laboratorio de Dexter, transmitida por Cartoon Network. Desde ese momento quiso tener su propio laboratorio y experimentar con naves espaciales y robots. Su juego preferido de la infancia era construir naves con bloques de construcción e inventar historias sobre cómo llegar a las estrellas.

A través de becas, préstamos estudiantiles y el soporte de su madre que siempre puso a la educación como el centro de su vida, Morillo abrió su camino para estudiar el infinito. El joven ingeniero reconoce constantemente que pudo cumplir su sueño gracias al soporte de su madre, de sus mentores generosos y de sus colegas, quienes le han enseñado cómo explorar el espacio, pero también cómo dejar espacio para su crecimiento personal. Para Elio Morillo, la curiosidad, las ganas de volar y de ganarle a la gravedad han estado presentes en el camino hacia su realización.

El niño que migró

Elio Morillo y su madre, quien migró cuando él era un pequeño niño para buscar mejores oportunidades en los Estados Unidos. (Instagram/ @thespacemechanic)

A finales de la década de 1990, Elio y su madre, abandonaron juntos el Ecuador en busca de nuevas oportunidades. En 1999, mientras la década concluía, el pequeño país instalado los andes sufría el intenso azote de la hiperinflación, una crisis financiera profunda y la restricción al retiro de los depósitos que antes se denominó en México como “efecto tequila” en 1994 y poco después se convertiría en un “corralito” en Argentina en 2001. Había una crisis hemisférica que empujó a muchos al autoexilio.

La madre de Elio era una profesora en Guayaquil, pero cuando decidió migrar tuvo que dedicarse a trabajar en lo que fuera, según el propio Morillo ha relatado. Debido a las circunstancias, la madre de Elio tuvo que desempeñarse como personal de limpieza. El joven ingeniero, al recordar su infancia, asegura que no creció en abundancia y que siempre vivió en un hogar humilde. La figura de fortaleza, resiliencia y perseverancia es su madre.

Uno de los obstáculos que experimentó Morillo fue el idioma. Llegó a Nueva York y hablar inglés le costaba mucho. Sin embargo, ahora domina la lengua estadounidense. Logró inscribirse en New Explorations into Science, Technology & Math School, una escuela pública en Manhattan en donde culminó el bachillerato. Como niño migrante, Morillo experimentó los sinsabores del sistema educativo estadounidense que aún estigmatiza a estos infantes y adolescentes. En sus memorias, Morillo recuerda la vez en la que uno de sus maestros cambió sus calificaciones de A a B para que estas fueran “más creíbles” para un niño migrante.

Para su faceta universitaria, Morillo fue aceptado la Universidad de Michigan, donde se graduó en Ingeniería Mecánica y en Ingeniera Eléctrica. Posteriormente estudió, en la misma institución, una maestría en Diseño e Ingeniería de Sistemas Espaciales.

Perseverance: el proyecto y su forma de vida

Elio Morillo fue uno de los ingenieros que trabajaron en el rover Perseverance, que partió a Marte en 2020. (Instagram/ @thespacemechanic)

En el 2016, Elio Morillo llegó al Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y se integró como ingeniero del banco de pruebas de sistemas de la misión Mars 2020, parte del Programa estadounidense de Exploración de Marte.

En esa misión Morillo ha desarrollado y ejecutado procedimientos de integración eléctrica, verificación y validación, pruebas de preparación de las operaciones en la superficie de Marte, según consta en la web oficial de la NASA.

El explorador Perseverance (perseverancia) fue el proyecto de su vida, según relató a la Agencia EFE: “Siempre es un desafío tras otro, pero siempre en la lucha. Esa ha sido la gran lección de mi vida. ‘Perseverance’ es la definición de mi vida, por ponerlo más sencillo”.

Cuando estaba por terminar su posgrado en la Universidad de Michigan, Elio conoció a su jefe, Eric Aguilar, en una conferencia de la Sociedad de Ingenieros Profesionales Hispanos, de la cual es miembro vitalicio. Era 2016 y Elio tenía 23 años. Sus habilidades e intereses eran lo que Aguilar estaba buscando: “Me gustan los nuevos desafíos y aprender nuevas habilidades y temas. Mi experiencia como ingeniero de banco de pruebas de sistemas Mars 2020 ha sido exactamente eso”, contó Elio en una entrevista de la NASA.

Con 23 años, Elio Morillo llegó a integrar la misión Mars 2020 de la Nasa. (Instagram/ @thespacemechanic)

Según los registros de la agencia espacial norteamericana, Elio diseñó y ejecutó los procedimientos de prueba para verificar las capacidades del sistema de vuelo para el mástil de detección remota Mars 2020, la antena de alta ganancia, el controlador de motor Rover, las cámaras de ingeniería Mars 2020 y el sistema Mars Helicopter. Para los mismos subsistemas, Elio dirigió las integraciones eléctricas respectivas a los bancos de pruebas del sistema y el trabajo relacionado con osciloscopios, multímetros y depuración de señales.

En resumen, su trabajo se centra en caracterizar y depurar los comportamientos del sistema Mars 2020 y se asegura de que los subsistemas puedan comunicarse entre sí y con el sistema informático de la NASA.

Antes de llegar al Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, Elio fue pasante en GE Aviation en Lynn, Massachusetts; también participó en SpaceX en Hawthorne, California, donde construyó la primera iteración del sistema térmico para Crew Dragon, una cápsula espacial capaz de transportar hasta siete astronautas. Además Morillo ha participado en proyectos clasificados.

Cada día, el trabajo de Elio Morillo trae un nuevo reto. En su nuevo libro, el joven asegura que hay días en los que la gravedad gana, pero no considera que eso sea negativo pues: “la gravedad no solo nos mantiene abajo; también puede cimentarnos y moldearnos”. Eso es lo que cree Elio le sucedió.

El niño que alcanzó las estrellas

El 6 de junio de 2023 se publicó la autobiografía de Elio Morillo: El niño que alcanzó las estrellas. (Harper&Collins)

La editorial Harper & Collins publicó el pasado 6 de junio la autobiografía de Elio Morillo. El libro El niño que alcanzó las estrellas cuenta el viaje de vida de Morillo, resalta la fuerza de su madre y cuestiona al sistema público educativo de Estados Unidos, donde aún hay estigmas sobre los niños migrantes.

Según recoge la reseña de la editorial, la vida de Elio Morillo se vio abruptamente fuera de órbita cuando el colapsó económico y las circunstancias personales obligaron a su madre a migrar de Ecuador a los Estados Unidos para que su hijo tenga un mejor futuro: “Superando una historia de adversidad sistémica y desigualdad en la educación pública, Elio siguió adelante en un viaje tan endeudado con sus sueños galácticos como con una madre amorosa cuyos sacrificios salvaguardaron el suelo bajo sus pies”.

El mecánico espacial hoy impulsa la expansión humana en el sistema solar a través de la ingeniería y su libro promete ser una “memoria cósmica e íntima creada a partir de una constelación de recuerdos, reflexiones e intrépida curiosidad, tan completamente luminosa como las estrellas del cielo”.

Elio Morillo soñaba con tener su propio laboratorio y ejecutar experimentos. Ese sueño se cumplió al llegar a la NASA (Instagram/ @thespacemechanic)

Freddy Vega, de Platzi, reseñó el libro de Elio y aseguró que se trata de una “una historia personal y humilde de familia e ingeniería. Ciencia y amor”.

En las primeras páginas de su libro, Elio reconoce que su recorrido ha tenido obstáculos “incluido el logro de hitos profesionales asombrosos a finales de mis veinte solo para caer en picada en un territorio de agotamiento profundo dentro de ese mismo período de tiempo por no reconocer cuándo detenerme, tomar un respiro y hacer espacio en la inmensidad del espacio, por la inmensidad de mí mismo”.

En sus pronunciamientos públicos y en sus redes sociales, Morillo anima a los niños y adolescentes a perseguir sus sueños, a aprovechar las bondades del internet y a no desistir en el cumplimiento de algunos objetivos que puedan parecer imposibles.

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