El Gobierno Petro se “descarriló”, según un artículo del Washington Post, periódico que develó el escándalo de Watergate en los 70

El diario de la capital estadounidense publicó un análisis acerca de los recientes hechos que ensombrecen la gestión del primer mandatario de izquierda en Colombia

Uno de los diarios de mayor circulación en Estados Unidos, Washington Post, célebre por develar el escándalo de Watergate, por el que tuvo que renunciar en 1974 el presidente Richard Nixon, publicó un análisis del periodista de Bloomberg Matthew Bristow acerca de cómo se descarriló, según él, el gobierno de Petro, el primero de izquierda en Colombia.

El artículo, que se conoció pasado viernes 16 de junio, y este fin de semana fue ampliamente difundido por periodistas y políticos de oposición en el país, hizo un resumen del reciente embrollo que protagonizan la exjefe de Gabinete del actual mandatario Laura Sarabia, y el exembajador en Venezuela Armando Bendetti, que comenzó con el presunto robo de una importante cantidad de dinero de la casa de la exfuncionaria por la que se habrían cometido una serie de irregularidades con las que se afectó a Marelbys Meza, su exniñera, a quien señalaron por el hurto.

Allí recordaron que a finales de mayo la mujer reveló que le habían hecho pruebas de polígrafo en un edificio de la Presidencia de la República, lo cual fue casi que un abuso por parte de las autoridades en contra de una mujer humilde, lo que era vergonzoso para una administración que afirma proteger y representar a los más pobres del país frente a los ricos y poderosos.

En el análisis, Bristow tuvo en cuenta como poco a poco el escándalo fue creciendo con las nuevas revelaciones que se realizaron en la revista Semana donde establecieron que a Meza le habrían interceptado ilegalmente su línea telefónica, luego de que el fiscal General, Francisco Barbosa, abriera una investigación por estos hechos.

Mencionaron que, posteriormente, en medio de esta investigación apareció muerto el coronel Óscar Dávila, quien formaba parte del equipo de seguridad de Presidencia, y que al respecto el presidente Petro ha sostenido de que se trata de un suicidio.

Incluso destacaron los audios de la conversación entre Sarabia y Benedetti con el que se sembró un manto de duda acerca de la financiación de la campaña presidencial del actual mandatario, ya que el exdiplomático mencionó que había recaudado 15.000 millones de pesos para las actividades proselitistas, en lo que constituiría otra irregularidad.

Antes este escándalo, el periodista se pregunta si es posible que al presidente colombiano lo puedan remover del cargo, a lo que expertos le señalaron que no, pero que tampoco saldrá bien librado por las investigaciones que se abrieron en diferentes estamentos, donde el más grave es el que inició la autoridad electoral, que podría incluso impugnar la votación que lo llevó a conseguir su cargo.

Destacaron que el presidente ha dejado muchos cuestionamientos sin responder sobre este escándalo y se ha escudado en que se trata de un ‘golpe blando’ contra su administración. En cualquier caso, el Gobierno Petro se ve empantanado con este escándalo.

Bristow recordó que precisamente el jefe de Estado colombiano impulsa las reformas sociales como la laboral y a la del sistema de Salud con el que se busca reducir la injerencia de los sectores privados en estos temas, así como el proceso de paz con los grupos armados surgidos de las extintas FARC y el ELN, pero que esto conllevó a la ruptura de la coalición que había logrado al inicio de su Gobierno con los partidos Liberal, Conservador y de la U.

Sin embargo, aseguró en su análisis que a raíz de este escándalo, los mercados respondieron favorablemente porque el futuro de las reformas se enredó, y esas propuestas habían provocado temor entre los inversores en Colombia, por lo que ahora, cuando su futuro está en entredicho, se sintieron aliviados, lo que incluso sirvió para que el peso se revaluara hasta en un 16 por ciento.

Finalmente indicó que aunque momentáneamente está reducida su capacidad para que aprueben los proyectos de las reformas, no significa que en el futuro pueda recuperar las mayorías que requiere en el Congreso.