Los restos fosilizados de “Big John”, el triceratops más grande jamás descubierto por paleontólogos, serán vendidos en una subasta en París a fines de septiembre y podrían alcanzar los 1,5 millones de euros (1,77 millones de dólares). Del 18 al 20 de octubre, el triceratops estará en exhibición en los salones del Hotel Drouot, en París
El cráneo de dos metros de ancho, unos 200 huesos y grandes cuernos del animal fueron ensamblados el martes detrás de los escaparates de una galería de exposiciones, en el distrito de Marais, en el centro de París.
Big John paseó por las tierras de lo que hoy es Dakota del Sur hace más de 66 millones de años. Paleontólogos desenterraron el primer pedazo de hueso en 2014 y acabaron hallando el 60% de su esqueleto, incluido un cráneo casi completo.
La casa de subastas Drouot cree que el esqueleto de Big John podría llegar a 1,2-1,5 millones de euros. Vendidos sobre todo a museos, los restos de dinosaurios atraen cada vez a más compradores privados, aunque son pocos aún.
“Imagino que hay unos 10 compradores en todo el mundo para este tipo de piezas”, dijo Alexandre Giquello, que lidera la venta.
El cráneo de Big John, bautizado así en recuerdo al dueño del terreno en que se encontraron más de 200 de los huesos del dinosaurio, tiene una longitud de 2,62 metros -casi un tercio del tamaño general de su cuerpo- y dos metros de ancho.
El espectacular esqueleto, de unos ocho metros de largo, cuenta con tres cuernos en la cabeza (uno en la nariz y dos en la frente), por ello el dinosaurio es conocido como tricerátops.
Big John tiene una edad de unos 66 millones de años. Fue descubierto en 2014 en Dakota del Sur por el geólogo estadounidense Walter W. Stein Bill, y restaurado en la ciudad italiana de Trieste.
El animal prehistórico vivía en Laramidia, un continente insular extinto que se extendía desde la actual Alaska hasta México. Su muerte en una llanura aluvial, probablemente después de una pelea como lo indica una laceración cerca del cráneo, permitió que el esqueleto se conservara en el barro, un sedimento sin actividad biológica.
Esta subasta se produce mientras continúa la locura por los esqueletos de dinosaurios. Los precios alcanzan cifras récord, para disgusto de los museos y centros de investigación, a menudo incapaces de superar la oferta.
En octubre del año pasado un esqueleto inusual de un allosaurus, uno de los dinosaurios más antiguos que se conocen, fue vendido por más de 3 millones de euros (unos 3,5 millones de dólares), el doble de lo estimado.
Unas semanas antes, un esqueleto de T-Rex de 67 millones de años se vendió en Nueva York por 31,8 millones de dólares, rompiendo récords para un dinosaurio y superando con creces una estimación de 6 a 8 millones de dólares. En 2020, sin embargo, varios dinosaurios ofrecidos en París no encontraron compradores después de que no se alcanzaron los precios mínimos.
(Con información de AFP y Reuters)
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