Estudios prueban que el sensor de frecuencia cardiaca del dispositivo puede ayudar con la medición.
El aire acondicionado mantiene una temperatura constante de 26°C en las gradas, mientras que en la cancha son unos 17°C aproximadamente.
Los pasajeros simplemente acercarán su cara a un cámara para que sean identificados antes de abordar el avión.