En su desembarco en el mundo eléctrico, ofrece hasta 602 km de autonomía y versiones con 286 y 340 CV de potencia.
A lo largo de su vida, la denominación Explorer ha tenido distintas formas y significados en Ford, hasta llegar al modelo actual: un SUV 100% eléctrico, dedicado a los mercados europeos.
En esencia, hablamos de un modelo de 4,47 metros de largo, que comparte plataforma con el Volkswagen ID.4, aunque la marca americana se ha esforzado en tratar de ofrecer un producto diferente, tanto en términos de diseño como en dinámica de conducción.
Un SUV eléctrico, con 286 ó 340 CV de potencia
De inicio, Ford ofrece dos mecánicas en nuestro mercado: una versión con un único motor y propulsión trasera, con 286 CV, y la variante tope de gama, con dos unidades eléctricas, tracción total y 340 CV.
En ambos casos, sólo se ofrecen las denominadas opciones de Rango Extendido, con baterías de 77 y 79 kWh de capacidad, respectivamente, que permiten homologar autonomías en el ciclo WLTP de entre 532 y 602 km.
En términos de prestaciones, en el mejor de los casos, el Explorer acelera de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos, mientras que su velocidad máxima (autolimitada) alcanza los 180 km/h.
En el aspecto más práctico, este modelo de cinco plazas anuncia un maletero de 536 litros de capacidad, una cifra que puede aumentar en caso de necesidad hasta los 1.422 litros, con los asientos traseros abatidos.