Lo que la dejó en evidencia fue una llamada telefónica que duró 71 segundos. Durante la conversación, una jueza uruguaya intentó proteger a su pareja que había robado a un hombre en el departamento de Rivera, en la frontera con Brasil. Se hizo pasar por la madre del delincuente y amenazó a una víctima de robo para que retirara la denuncia. Además, lo hizo diciendo que estaba conectada con la Policía y con el Juzgado de Rivera.
El hombre, con siete antecedentes penales y acusado de varios hurtos, le había robado las llaves de la camioneta y el celular a un paciente en la cama de al lado suyo en el Hospital de Rivera, informó El País.
La llamada telefónica, interceptada por la Policía, fue lo que motivó la investigación. Esta generó la destitución del cargo de la jueza letrada de Rivera de 6º turno, María Noelia Sánchez, tras las indagaciones de atrasos en audiencias de la sede judicial en la que ella trabajaba.
A la jueza se le incautó el celular en el apartamento donde vivía con el delincuente, un piso arriba de la sede judicial.
La decisión de la Corte fue tomada en consideración de “la gravedad de las faltas cometidas” por la jueza. En forma simultánea, la Corte remitió copia de lo actuado a la Fiscalía para que la conducta de la jueza de Rivera pueda ser examinada desde el punto de vista penal.
La Suprema Corte de Justicia uruguaya concluyó que “quedó ampliamente probado” que la jueza dictó sentencias fuera de los plazos habilitados por la ley y que falsificó constancias en más de una ocasión, dando licencias que no se habían concedido para justificar y extender los plazos vencidos, según El País.
Se informó, además, que el delincuente tenía las llaves del Juzgado y que allí, en abril de este año, se habían producido hurtos de equipos informáticos y computadoras. La jueza estaba al tanto de la situación y asumió “conductas pasivas no propias de su investidura”.
También surgieron indicios de que no sería la primera vez en que la magistrada intimidaba a víctimas de hurto de su pareja.
Movimiento en el Juzgado de Rivera
Por estar cerca a la frontera con Brasil, el juzgado de este departamento es uno de los que vive más movimiento.
Por un lado, están las bandas de narcotráfico que se disputan el departamento en términos territoriales. A mediados de setiembre, por ejemplo, se informó sobre un caso de persecución y tiroteos en Rivera que intentaron robar oro. Eran miembros de la banda delictiva brasilera Os Manos. La otra banda delictiva que se disputa el departamento es conocida como Bala Na Cara y han sido detenidos en otras ocasiones por narcotráfico, asesinatos y secuestros.
Por otro, está el pasaje de droga fronterizo contra el que lucha también la Brigada Antidrogas, creada en julio de 2021. Solo el 4 de octubre, se incautaron 138 kilos de marihuana prensada a distintas personas que tenían la intención de llevarla desde Rivera, que tiene límite con la ciudad brasilera Santana Do Livramento.
En el marco de la llamada operación policial “Ryguasu”, la Brigada Antidrogas concluyó que desde el sur del país llagan personas a la ciudad de Rivera para retirar cargamentos de droga ocultos.
Incluso, en agosto de este año, un hombre acusado por violencia de género hacia su pareja intentó escapar del juzgado y terminó en una persecución con tiros frente a la institución.
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